Además de ser la segunda mayor área boscosa del continente, "El Gran Chaco Americano" es una región tesoro en biodiversidad. Más del 25% de este apreciado ecosistema se encuentra dentro de los límites oficiales de Paraguay, que constituyen la mitad de su territorio. Sin embargo, debido a la expansión de la tierra agrícola impulsada por el crecimiento demográfico, la colonización de la tierra, la ganadería, las actividades agrícolas y una ausencia casi total de control del uso de la tierra, sus bosques cada vez más están bajo presión. Terra-i ha sido capaz de rastrear las tasas alarmantes de pérdida de hábitat y el cambio de uso del suelo, lo que demuestra claramente que deben implementarse una serie de políticas y estrategias preventivas con el fin de conservar el hábitat natural.
Figura 1. Claros en el Chaco Paraguayo para el pastoreo de ganado, actualmente el principal promotor de la pérdida de hábitat en la región. Fuente de la foto: Survival International.
El Gran Chaco Sudamericano es un mosaico de ambientes que incluye altos niveles de biodiversidad y la mayor área boscosa del continente después del Amazonas. Sus 106’000.000 millones de Ha abarcan cuatro países diferentes: Argentina (62.19%), Paraguay (25.43%), Bolivia (11.61%) y Brasil (0.77%).
Recientemente, Terra-i, el primer sistema de seguimiento de pérdida de hábitat para América Latina, ha corroborado la alta tasa de cambio que el Chaco paraguayo ha estado experimentando. En primer lugar, se presenta brevemente el contexto geográfico, económico y social de la región:
En términos de paisaje, el Chaco paraguayo, el cual representa la mitad del territorio nacional, es una llanura aluvial con un clima semi-árido a subhúmedo, subdividido en zonas secas y húmedas. La región abarca tres departamentos - Presidente Hayes, Boquerón y Alto Paraguay - e incluye tanto a la población urbana y rural. Históricamente, el terreno inhóspito sólo era el hogar de unas pocas comunidades indígenas. Sin embargo, "mestizos" y comunidades extranjeras han desde entonces ocupado la tierra.
La economía regional es impulsada por la agricultura - el Chaco paraguayo hace parte del 2,7% del total de 12.244 km2 de tierra cultivada en Paraguay, y la ganadería extensiva constituye el 60%. Ambas actividades han estado en rápido crecimiento, principalmente debido a los valores bajos de la tierra para empresas paraguayas y brasileñas. A pesar de los ingresos provenientes de la agroindustria, la región del Chaco es de difícil acceso debido a la deficiente infraestructura, dejando a la población local, aislados y marginados.
Sin embargo, qué es lo que está ocurriendo en cuanto al estado del hábitat? Los números muestran tasas alarmantes de cambio. Echando un rápido vistazo al estado del hábitat América Latina, Terra-i ha confirmado que Paraguay presentó la segunda tasa más alta deforestación en la última década. En el caso del Gran Chaco Paraguayo, 81.713 hectáreas se perdieron en 2004, llegando a 398.788 hectáreas en 2011 (un aumento del 388%), siendo el bosque seco del Gran Chaco (98% del hábitat perdido) la eco-región más afectada. Durante ese mismo período de ocho años, un total de 2’102.219 millones de hectáreas de cubierta vegetal natural se perdieron, con una tasa de cambio promedio de 262.777 ha / año. Por otra parte, la pérdida de hábitats naturales entre 2008 y 2009 creció a una tasa alarmante de 145% (279.206 hectáreas, el más alto en dos años consecutivos, desde 2004), en su mayoría concentrados en los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay (Figura 2).
Figura 2. Mapa de detecciones de cambios en el uso de la tierra según Terra-i; se muestra ampliado los focos de deforestación (puntos amarillos a rojos) en el Chaco paraguayo. A la Derecha, la tasa anual de pérdida de hábitat y la pérdida acumulada para ambas eco-regiones y el total del territorio nacional.
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¿Y cuál es el estado de los parques nacionales? El Chaco paraguayo alberga 6 parques nacionales (PN), listados por su orden de superficie: Defensores del Chaco, Tinfunque, Lago Ypoá, Teniente Enciso, Ypacaraí, Río Negro y Bellavista. El primero es el más importante, no sólo por su tamaño sino también por su historia, siendo una de las primeras áreas protegidas nacionales en Paraguay y también el territorio de la tribu Ayoreo indígena. Terra-i no ha detectado ninguna pérdida de hábitat de origen antropogénica en este PN (Figura 2), sin embargo esta ha sido objeto de fuertes presiones cambio de hábitat en la zona de amortiguamiento, debido principalmente a las actividades de cría de ganado (Figura 3). En cuanto a los parques nacionales restantes, sólo en el parque de Tinfunqué se ha visto una tendencia moderada de cambio de hábitat en aumento.
Figura 3. Los pasos iniciales para la pérdida de hábitat en zonas protegidas: trastornos de crecimiento (caminos) entorno a las zonas de amortiguamiento del Parque Nacional Defensores del Chaco de Paraguay. Las imágenes de Landsat, modificado a partir de la imagen GUYRA.
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Yendo más allá de los datos Terra-i, el principal motor para el cambio de hábitat del Chaco paraguayo es la expansión de la tierra agrícola impulsada por el crecimiento demográfico, la colonización de la tierra, la ganadería, las actividades agrícolas y una ausencia casi total de control del uso del suelo. De acuerdo con los datos el paisaje está experimentando cantidades preocupantes de cambio -siendo un desafío progresivo a pesar de la existencia de marcos institucionales y legales establecidos para proteger los bosques, como la Política Nacional Ambiental, la Ley de Deforestación Cero (2004), la Ley Forestal, y derechos de las comunidades minoritarias. No obstante, el marco institucional sigue siendo débil y la región carece de coordinación institucional y una adecuada planificación del uso del suelo.
A pesar de lo anterior, cabe resaltar el papel fundamental que las ONG han desempeñando en la reducción de la deforestación. Aunque Paraguay no ha desarrollado un sistema de control oficial, GUYRA, una asociación civil sin fines de lucro, ha empezado a monitorear los cambios de uso del suelo en el Gran Chaco. Para el 2010, GUYRA reportó una pérdida total de 240.549 hectáreas de bosque en el Gran Chaco Sudamericano (de los cuales 201.375 Ha ocurrieron en el Chaco paraguayo). Sin embargo, su campo de acción va más allá de los números. GUYRA Paraguay tiene como objetivo ampliar la conservación de los ecosistemas forestales del Gran Chaco más allá de las áreas protegidas mediante la obtención de títulos de propiedad legales para aquellos territorios amenazados por la deforestación y la implementación de la gestión de la conservación. De esta manera, se han realizado acuerdos entre GUYRA Paraguay, el Ministerio del Ambiente (SEAM) y el World Land Trust lo cuales apoyan intensivamente la gestión sustentable de tres eco-regiones protegidas (Gran Chaco, el Chaco-Pantanal y el Bosque Atlántico) en el norte del Chaco.
Para concluir, el Chaco paraguayo se enfrenta a una amenaza de extrema destrucción de hábitats. Para reducir la deforestación, deben establecerse vías sostenibles hacia la conservación. Para tal efecto, estrategias interrelacionadas tales como el fortalecimiento institucional, el Pago por Servicios Ambientales (PSA), Servicio Nacional de Áreas Protegidas y Territorios de la Comunidad así como la continuación de la investigación científica, son algunas de las áreas que necesitan ser implementadas o fortalecerse aún más.
Más detalles acerca de las estrategias anteriores estarán disponibles en un “Policy Brief” bajo revisión.
¿Interesado en observar la evolución de la deforestación en el Gran Chaco Paraguayo?
Lo invitamos a observar el siguiente vídeo: https://youtu.be/hYqN4pVfWL4
Artículo escrito por Alejandro Coca y Louis Reymondin, con el apoyo de Caitlin Peterson, Martin Ross y Carolina Navarrete Frías (editores).
IDENTIFICACIÓN DE CAUSAS DE PÉRDIDA DE COBERTURA VEGETAL EN LAS ÁREAS DE INTERVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD GOBERNANZA EN ECOSISTEMAS, MEDIOS DE VIDA Y AGUA (USAID/GEMA) EN EL OCCIDENTE DE HONDURAS
MAPEO DE COBERTURAS DE LA TIERRA PARA EL 2017, EN EL OCCIDENTE HONDUREÑO SOBRE ÁREAS DE INTERVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD GOBERNANZA EN ECOSISTEMAS, MEDIOS DE VIDA Y AGUA (USAID/GEMA)
CUANTIFICACIÓN DE LA DEFORESTACIÓN EN LAS ÁREAS DE INTERVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD GOBERNANZA EN ECOSISTEMAS, MEDIOS DE VIDA Y AGUA (USAID/GEMA) EN EL OCCIDENTE DE HONDURAS
Un equipo internacional de científicos *, en el que participan entomólogos, biólogos de conservación, agroecólogos y geógrafos, acaba de revelar cómo el control biológico de insectos en las granjas puede reducir el ritmo de la deforestación en los trópicos y evitar la pérdida de biodiversidad a macroescala. El caso de estudio se refiere al control biológico de la cochinilla invasora Phenacoccus manihoti con la avispa parásita específica del huésped, Anagyrus lopezi, introducida en el sudeste asiático. Los resultados de este estudio acaban de ser publicados en Communications Biology - Nature.
El CIAT y el equipo Terra-i se complacen en anunciar la publicación de un nuevo estudio en Paraquaria Natural, la más prestigiosa revista científica Paraguaya, dedicada a la biodiversidad y conservación de la naturaleza.
Nuevos focos de deforestación señalan con el dedo a mi fruta favorita. Me encanta Terra-i, pero hoy lo odio mucho. El sistema utiliza imágenes de satélite para hacer un seguimiento de la deforestación en la Amazonía en tiempo casi real. Es muy preciso: si un montón de árboles caen en alguna parte - no importa cuán lejano sea - Terra-i lo detecta. Cool, ¿verdad? Pues hoy no. Louis Reymondin del CIAT, principal arquitecto del sistema, dejó caer la bomba durante el desayuno: parece como si cientos de hectáreas de selva tropical en Perú están siendo destrozados por... papaya.
Durante la última década ha sido evidente el incremento de la producción de datos geoespaciales relacionados con cambios de uso y cobertura del suelo por parte de los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil. Más allá de la valiosa información (ubicación, tasas y valores absolutos) proporcionada por estos conjuntos de datos, es relevante tener una adecuada comprensión de las configuraciones y composiciones espaciales de las áreas de cambio detectadas bajo múltiples resoluciones espaciales y períodos de tiempo. De acuerdo a lo anterior y como parte de su tesis de maestria, Alejandro Coca-Castro investiga los tipos de patrones espaciales de deforestación en el bosque húmedo de la Amazonía a través de la integración de las métricas de fragmentación del paisaje y técnica de minería de datos. La investigación contribuirá a la comprensión de dos conjuntos de datos de deforestación (Terra-i y GFC). Este blog post destaca la metodología de esta investigación, resultados preliminares y desafíos.
Ecuador es reconocido por su gran biodiversidad amazónica, sin embargo, justo debajo de ella, yacen las reservas de petróleo del país. Con las grandes compañías petroleras explorando y explotando este recurso subterráneo desde hace más de 45 años, hay apertura de caminos y la subsiguiente atracción de colonos, que van cortando más selva, causando destrucción del hábitat natural. Las detecciones de Terra-i de enero de 2004 hasta febrero de 2015, han revelado una pérdida de hábitat de 87,525 Ha, un área similar a la de la ciudad de Roma. De los cuales, un 19% (16,943 Ha), han sido detectados dentro de áreas protegidas.