La endémica disputa fronteriza entre Guatemala y Belice ya no es el único combustible que impulsa la popularidad de los dos países. Entre 2004 y 2010, los distritos de Cayo Belice, Orange Walk y Toledo perdió 6.375 hectáreas de vegetación natural, lo que equivale a un promedio anual de 911 ha/año. Al otro lado de la frontera, en el departamento de Petén, en Guatemala, se perdieron un total de 95.769 ha de hábitat natural, lo que corresponde con una tasa de cambio promedio de 13.681 ha / año. Terra-i muestra los escenarios contrastantes que rodean la deforestación en la frontera entre Guatemala y Belice, entre 2004 - 2010 (Figura 1). Esto refuerza las conclusiones del reciente estudio de la NASA, según el cual las tasas más altas de deforestación y cambios en la vegetación natural en los dos países han sido identificadas durante el 2000-2010.
Figura 1. Mapa de detección de Terra-i respecto al cambio del uso de la tierra entre Guatemala y Belice durante el periodo 2004-2010. Ampliación en la región donde se visualiza con mayor evidencia la deforestación en la frontera.
Belice es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo y comparte la mayor proporción de área forestal en América Central. En 2010, los bosques cubrían aproximadamente el 61% del país (16.530 kilómetros cuadrados). Su densidad de población es la más baja en toda la región centroamericana y, de acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano de 2011, un tercio de la población vive por debajo del umbral nacional de pobreza - una población total de 356.600. En contraste, Guatemala, teniendo alrededor del 31% de su superficie cubierta por bosques (38.300 kilómetros cuadrados), presenta una de las tasas más altas de deforestación en América Central. La población en este país se ha duplicado desde 1985, llegando a 14’757.316 en 2011, teniendo que casi la mitad de los cuales vive por debajo del umbral de pobreza nacional.
El primer sistema de seguimiento para la pérdida de hábitat en América Latina, Terra i-, permitió el análisis de la deforestación en la frontera entre Guatemala y Belice, en el departamento de Petén (Guatemala) y los tres distritos - Cayo, Orange Walk y Toledo (Belice), por un período de siete años (2004-2010). Resultados demuestran que la mayoría de los eventos de deforestación que se produjeron entre 2004 y 2010 se encuentran dentro de estas áreas administrativas. De hecho, el 85% de la deforestación que se produjo en Belice se encuentra dentro de estos tres distritos adyacentes a Guatemala. Por otro lado, el 74% de las tasas de deforestación en Guatemala se han ubicado en el departamento de Petén, el cual presenta la mayor tasa anual de crecimiento de la población en el país.
En Belice, en los distritos de Cayo, Orange Walk y Toledo, Terra-i detectó una pérdida de 338 hectáreas en 2004 y 1875 ha en 2010 (un incremento del 455%). En el mismo período, un total de 6.375 hectáreas de vegetación natural se perdieron, lo que equivale a un promedio anual de 911 ha/año. En el Petén guatemalteco, cerca de 1.569 hectáreas se perdieron en 2004 y 16.500 hectáreas en 2010 (un incremento del 952%). Durante este tiempo, la pérdida de hábitat natural registrada igualó 95.769 hectáreas (una tasa de cambio promedio de 13.681 ha/año). Dentro de las áreas estudiadas, el 100% de los eventos de deforestación se produjo dentro de la eco-región de Selva Húmeda del Petén-Veracruz.
Figura 2. Imágenes de satélite proporcionadas por la NASA muestran el marcado cambio de paisaje entre 1975 y 2007 en la frontera entre Guatemala y Belice. Fuente: UNEP, CATHALAC.
Ciat
Aunque las regiones analizadas albergan un número considerable de áreas protegidas, las tasas de deforestación siguen siendo altas. En Petén (Guatemala), Terra-i fue capaz de detectar fuertes perturbaciones en el "APSP Complejo III", una zona de amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera Maya. La región, a pesar de ser el área protegida más grande de Centroamérica con altos niveles de biodiversidad, experimentó acontecimientos de deforestación extensiva que ahora están avanzando hacia la frontera de Belice. De acuerdo con Gilles Selleron, geógrafo de la Universidad de Toulouse-Le-Mirai, la cría de ganado, principalmente llevada a cabo por la población ladina (personas de origen hispano) y la agricultura tradicional de subsistencia de maíz, calabacines y frijoles por los indígenas q'eqchi son los principales promotores de la deforestación en el departamento de Petén. Además, la creciente tasa de población en el país incrementa la tendencia de presión sobre los recursos naturales por medio de una mayor demanda de recursos de alimentos, combustible y otros.
Figura 3. Tasa anual y pérdida acumulada de hábitat para las áreas administrativas involucradas y areas restantes en ambos lados de la frontera entre Guatemala y Belice entre el periodo de 2004-2010.
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Al otro lado de la frontera, en Belice, actividades ilegales (tala selectiva, extracción de madera, caza furtiva de animales y plantas, y extracción de oro), aumento de las exploraciones de petróleo - con la mayoría de reservas potenciales de extraccion petróleo localizadas dentro de áreas protegidas - y los proyectos de mejoramiento de infraestructura son las amenazas más comunes de disturbio para el hábitat natural. Por ejemplo, el proyecto de carretera fronteriza (Milla 14) - Belice / Guatemala (en ingles - Southern Highway (Mile 14) Belize/Guatemala) facilitará la comunicación dentro de Belice, así como conexiones con Guatemala y Honduras. No obstante, estas mejoras de infraestructura pueden aumentar el riesgo de impacto negativo sobre los recursos naturales y culturales, como ya ha ocurrido en otros lugares de América Latina, reafirmando la importancia de la integración de proyectos más amplios de construcción de carreteras con la planificación integral de desarrollo sostenible.
Al mismo tiempo, el bosque de Chiquibul en Belice, el área protegida más grande del país, se ha beneficiado de un marco jurídico coherente que ha ayudado en la redución del impacto humano en los recursos naturales. Un buen ejemplo es el Protocolo Ceibo Chico, un documento firmado por el gobierno de Belice, en colaboración con Amigos de la Conservación y el Desarrollo, milicia del B.D.F, el Departamento Forestal y de la policía (en ingles - Friends of Conservation and Development park rangers, B.D.F. soldiers, the Forest Department and Police personnel). Este documento ilustra los esfuerzos del gobierno para poner fin a las crecientes actividades ilegales y para proteger los recursos históricos y culturales, como la Reserva de Caracol en el oeste de Belice.
Finalmente, la herramienta Terra-i ha demostrado su potencial como sistema de seguimiento de la deforestación que, junto con información sobre promotores y consecuencias de la pérdida de hábitat, amplia la comprensión cómo y por qué se producen la pérdida de bosques.
¿Interesado en observar la evolución de la deforestación en la frontera entre Guatemala y Belice?
Lo invitamos a que observe el siguiente vídeo: https://youtu.be/MSpN2Jt2mT4
El artículo fue escrito por Alejandro Coca, Louis Reymondin y Andreea Nowak, con el apoyo de Caitlin Peterson y Carolina Navarrete Frías (editores).
IDENTIFICACIÓN DE CAUSAS DE PÉRDIDA DE COBERTURA VEGETAL EN LAS ÁREAS DE INTERVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD GOBERNANZA EN ECOSISTEMAS, MEDIOS DE VIDA Y AGUA (USAID/GEMA) EN EL OCCIDENTE DE HONDURAS
MAPEO DE COBERTURAS DE LA TIERRA PARA EL 2017, EN EL OCCIDENTE HONDUREÑO SOBRE ÁREAS DE INTERVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD GOBERNANZA EN ECOSISTEMAS, MEDIOS DE VIDA Y AGUA (USAID/GEMA)
CUANTIFICACIÓN DE LA DEFORESTACIÓN EN LAS ÁREAS DE INTERVENCIÓN DE LA ACTIVIDAD GOBERNANZA EN ECOSISTEMAS, MEDIOS DE VIDA Y AGUA (USAID/GEMA) EN EL OCCIDENTE DE HONDURAS
Un equipo internacional de científicos *, en el que participan entomólogos, biólogos de conservación, agroecólogos y geógrafos, acaba de revelar cómo el control biológico de insectos en las granjas puede reducir el ritmo de la deforestación en los trópicos y evitar la pérdida de biodiversidad a macroescala. El caso de estudio se refiere al control biológico de la cochinilla invasora Phenacoccus manihoti con la avispa parásita específica del huésped, Anagyrus lopezi, introducida en el sudeste asiático. Los resultados de este estudio acaban de ser publicados en Communications Biology - Nature.
El CIAT y el equipo Terra-i se complacen en anunciar la publicación de un nuevo estudio en Paraquaria Natural, la más prestigiosa revista científica Paraguaya, dedicada a la biodiversidad y conservación de la naturaleza.
Nuevos focos de deforestación señalan con el dedo a mi fruta favorita. Me encanta Terra-i, pero hoy lo odio mucho. El sistema utiliza imágenes de satélite para hacer un seguimiento de la deforestación en la Amazonía en tiempo casi real. Es muy preciso: si un montón de árboles caen en alguna parte - no importa cuán lejano sea - Terra-i lo detecta. Cool, ¿verdad? Pues hoy no. Louis Reymondin del CIAT, principal arquitecto del sistema, dejó caer la bomba durante el desayuno: parece como si cientos de hectáreas de selva tropical en Perú están siendo destrozados por... papaya.
Durante la última década ha sido evidente el incremento de la producción de datos geoespaciales relacionados con cambios de uso y cobertura del suelo por parte de los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil. Más allá de la valiosa información (ubicación, tasas y valores absolutos) proporcionada por estos conjuntos de datos, es relevante tener una adecuada comprensión de las configuraciones y composiciones espaciales de las áreas de cambio detectadas bajo múltiples resoluciones espaciales y períodos de tiempo. De acuerdo a lo anterior y como parte de su tesis de maestria, Alejandro Coca-Castro investiga los tipos de patrones espaciales de deforestación en el bosque húmedo de la Amazonía a través de la integración de las métricas de fragmentación del paisaje y técnica de minería de datos. La investigación contribuirá a la comprensión de dos conjuntos de datos de deforestación (Terra-i y GFC). Este blog post destaca la metodología de esta investigación, resultados preliminares y desafíos.
Ecuador es reconocido por su gran biodiversidad amazónica, sin embargo, justo debajo de ella, yacen las reservas de petróleo del país. Con las grandes compañías petroleras explorando y explotando este recurso subterráneo desde hace más de 45 años, hay apertura de caminos y la subsiguiente atracción de colonos, que van cortando más selva, causando destrucción del hábitat natural. Las detecciones de Terra-i de enero de 2004 hasta febrero de 2015, han revelado una pérdida de hábitat de 87,525 Ha, un área similar a la de la ciudad de Roma. De los cuales, un 19% (16,943 Ha), han sido detectados dentro de áreas protegidas.